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jueves, 23 de abril de 2015

                        El elefante de felpa 
Yo solo soy un peluche de felpa situado estratégica mente en una repisa al lado de los libros desde donde yo puedo contemplar con absoluta claridad toda la habitación del pequeño Marcos.
Puedo ver desde aquí a los juguetes guardados en una caja esperando a que su dueño los dote de vida, movimientos, sentimientos y sueños.
Me dediqué a observar como el niño toma a sus juguetes como objetos y les imprime sus deseos que anhela en su gran corazón. Como por ejemplo el deseo de que el bien triunfe sobre el mal.
 También vi como proyecta en los juguetes ideales de justicia y demás, que los absorbe afuera de la habitación. De modo que viendo como manipula sus manos de artista y como entona su voz de narrador puedo entender lo que pasa afuera de la habitación; lo que ve en la televisión y los ideales que le impone la sociedad por todos los medios de comunicación posibles.

También puedo leer, cuando debajo de la repisa en la que estoy yo, se abre un libro bajo el foco de luz.

Leyendo y observando al niño jugar aprendí mucho de la sociedad de afuera sin siquiera moverme. Y he notado ideas erróneas que se les introducen al niño. como la idea de competencia; que para que uno gane, otro tiene que perder.

Y así lo educan para que se desarrolle académica mente y haga todas las especializaciones posibles para conseguir un trabajo sacándole el puesto a otro menos capacitado.

Ideas como estas vi muchas, pero como dice el filósofo Pericles: "Si sabes pensar, pero no comunicar lo que piensas, estas a la misma altura de los que no piensan".

Y esto me hizo caer en una crisis existencial: ¿Acaso fui puesto en un punto estratégico para pensar pero al ser un peluche no puedo comunicar nada? ¿Seré solo un adorno al fin y al cabo?

Entonces me puse a observar el estado de los juguetes. Su objetivo es ser un punto en blanco para que venga el niño y lo llene de cosas que guarda en su riqueza interior.

¿Será que ellos comprenden su objetivo y son felices al cumplirlo? ¿Cómo saberlo? no podemos comunicarnos.

Puede ser que alguno o todos estén en una crisis semejante a la mía o de mayor dimensión.

Ese es el gran problema ¡No podemos comunicarnos!
Y los seres humanos parece que se comunican tanto que no piensan ¡Que ironía!

Pero ahora entiendo cuál es mi objetivo en la vida y es lo que da la explicación de como los pensamientos de un elefante de felpa fueron escritos aquí. ¿Cómo llegaron hasta aquí? sencillo: así como los juguetes yo soy punto en blanco que cualquiera puede llenar de pensamientos, ideas y sentimientos.


Solo estando completamente quieto y en silencio me transformo en un punto en blanco para que un escritor con imaginación me llene de pensamientos, ideas y sentimientos y los comunique.

Así que ese es mi objetivo en la vida y lo concreté en este escrito.

                                                                                Autor: Fabricio Motta

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